Birmania

Enclavada en la intersección entre el subcontinente indio y el Sudeste Asiático, la antigua Birmania, hoy Myanmar, es uno de los países más auténticos de Asia.

Pensar en ella evoca de inmediato imágenes de pagodas doradas, antiguos reinos y paisajes prístinos, mientras su geografía acoge a 135 grupos étnicos que conforman un mosaico cultural de una riqueza inigualable.

Birmania es un país enigmático que ofrece un viaje al corazón de las tradiciones asiáticas: estatuas de Buda y santuarios con 2500 años de antigüedad, monasterios habitados por monjes con túnicas granates y monjas de rosado, y mercados vibrantes donde troncos de thanaka se venden junto a aromáticos cigarrillos hechos a mano.

Mientras Yangon deslumbra con la majestuosidad de la pagoda Shwedagon, y en lugares como Bagan o Mandalay todavía parecen resonar los ecos de los antiguos reinos que hicieron de ellas su capital, el lago Inle se revela como un escenario onírico donde casas, huertos y templos flotan sobre el agua.

Pese a los avatares políticos de los últimos años, la gradual apertura del país y los cambios sociales y económicos son cada vez más visibles, sin que ello afecte a su esencia, que se mantiene intacta. Y aunque muchas zonas de Birmania todavía permanecen restringidas al turismo, con tiempo suficiente es posible alejarse de las rutas clásicas para descubrir una tierra auténtica y sorprendentemente poco explorada.

Aquí tienes algunos ejemplos de rutas para empezar a diseñar tu viaje a medida.

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