Esencia de Nepal

Recibimiento en el aeropuerto y traslado al hotel, donde podréis descansar tras el vuelo.

Kathmandu es una ciudad cuyo encanto no deja a nadie indiferente. Comenzaréis paseando por las callejuelas del casco antiguo, descubriendo a vuestro paso templos hindúes, estupas budistas y patios escondidos, antes de llegar a la Plaza Durbar, corazón de Kathmandu. Tras almorzar, un vehículo os trasladará a Pashupatinath, uno de los templos más importantes consagrados a la deidad hindú Shiva. Situado a orillas del río Bagmati, en el templo destacan sus numerosos ghats, siempre poblados de ascetas, a los que los fieles acuden para purificarse y cremar a sus difuntos. A continuación os dirigiréis a Bouddhanath, el barrio tibetano de Kathmandu. En él se levanta una de las estupas budistas más grandes del mundo, a cuyo alrededor se han construido decenas de gompas (monasterios), constituyendo un importantísimo centro de peregrinación budista.

Patan comenzó siendo una ciudad independiente de Kathmandu, pero con los años el aumento de la población ha provocado que ambas crezcan hasta fundirse en una. Allí os dirigiréis para admirar su Plaza Durbar y visitar el Templo Dorado, antes de desplazaros a Bhaktapur, un hermoso pueblo habitualmente visitado en una excursión de escasas horas desde la capital, donde apreciaréis pasar la noche y poder explorar sin prisas sus templos, plazas y saborear la propia vida de sus calles, especialmente al caer la noche, cuando los lugareños se acercan a los templos para cantar.

Hoy seguiréis recorriendo el histórico valle de Kathmandu, salpicado de pueblecitos y templos fruta de la época en que este valle fuera una vía comercial que uniera el subcontinente indio con China y Tíbet. Antes de que salga el sol tomaréis el coche para presenciar el amanecer en Nagarkot desde un mirador con unas vistas de postal de la cordillera del Himalaya, tras lo cual regresaréis al hotel para desayunar. Seguidamente visitaréis Changu Narayan, el templo hindú más antiguo del país, antes de poner rumbo hacia Namo Buddha: uno de los más importantes lugares de peregrinación budista de Nepal. A pocos metros de la estupa de Namo Buddha se encuentra el monasterio tibetano Thrangu Tashi Yangtse: un gran complejo situado en la cresta de la montaña donde viven más de 250 monjes. Finalmente visitaréis Panauti, cuyo casco histórico aún mantiene el sabor de un pequeño pueblo, antes de regresar a Bhaktapur para cenar.

Tras desayunar pondréis rumbo a Pokhara parando en Bandipur, un bonito pueblo que conserva la arquitectura típica de la etnia Newar. Situada a orillas del lago Phewa, Pokhara es punto de partida de numerosos trekkings por las montañas, por lo que es lugar de reunión de montañeros y aventureros. Al ser un día de trayecto largo en coche, llegaréis a Pokhara por la tarde, directamente para cenar.

Si os apetece, podréis despertaros antes del amanecer para tomar el coche hasta Sarangkot, un pueblo enclavado en una colina con maravillosas vistas de los Annapurna en días despejados. Tras regresar al hotel para desayunar visitaréis la cueva de Mahadeva, de enorme relevancia religiosa para los hindúes. A continuación subiréis en coche hasta la famosa Pagoda de la Paz, que presume de unas preciosas vistas de la ciudad y el lago. El camino de vuelta lo haréis a pie, bajando por la ladera de la montaña hasta llegar al lago Phewa, el cual cruzaréis en una barquita haciendo parada en la pequeña isla en la que se encuentra el templo de Tal Varahi. El resto de la tarde será libre para disfrutar de Pokhara a vuestro aire.

Abandonaréis las montañas para cambiar radicalmente de escenario: es el momento de ir a Lumbini, cerca de la frontera con India. Considerado históricamente como el lugar donde nació Buda, Lumbini ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en sus alrededores se salpican numerosos monasterios donde los peregrinos hacen noche. En el punto exacto donde según la tradición budista tuvo lugar el nacimiento, se levanta el templo de Maya Devi; a solo unos pasos, el pilar de Ashoka; y muy cerca, el estanque sagrado donde la reina Maya se bañó antes de dar a luz a Siddharta. Los árboles de Bodhi, decorados con banderas de colores, dan sombra a los peregrinos que llenan el silencio con sus oraciones.

Hoy pondréis rumbo a uno de los parques nacionales más conocidos del subcontinente indio. Desde vuestro vehículo tendréis la oportunidad de observar los cambios de paisaje que se suceden hasta llegar a Chitwan, una joya natural que fascina a los amantes de los animales y la naturaleza en general. Esa primera tarde visitaréis una aldea Tharu, etnia nativa de la zona.

Con más de 900 kilómetros cuadrados de extensión, el Parque Nacional de Chitwan es un santurio para la flora y fauna, hogar de tigres, cocodrilos, elefantes, algunas especies en peligro de extinción como el rinoceronte indio, además de pueblos indígenas. Tendréis todo el día para disfrutar de él y realizar diferentes actividades: al amanecer disfrutaréis de un paseo en canoa por el río, antes de dar un paseo por la selva. Después de comer disfrutaréis de un safari en jeep que os permitirá adentraros hasta el corazón del parque y avistar animales en su hábitat natural. ¡Si tenéis suerte tal vez os encontréis con el famoso rinoceronte!

Si lo deseáis, en el camino de regreso a Kathmandu podréis hacer rafting en el río Trishuli. Una vez en Kathmandu visitaréis la estupa de Swayambhunath, situada en una colina a la que se accede por una escalera de 365 escalones, y desde cuya cima disfrutaréis de unas estupendas vistas de la ciudad.

Mañana libre en Kathmandu para pasear y hacer las últimas compras. Cuatro horas antes de la salida del vuelo internacional el coche os llevará al aeropuerto, llegando al mismo con tiempo suficiente para pasar todos los trámites de emigración antes de volar a casa. ¡Hasta la próxima, Nepal!